Un día, camino de mi trabajo miré al cielo y me quedé prendada.
Sí, era la Giralda, me parecía increíble que entre tantas casas y tantos árboles aún quedase hueco para que asomase su cabeza.
Me gustó tanto la imagen que decidí llevarme la cámara al día siguiente y, aunque el cielo estaba nublado ahí seguía.
Después de contemplar la imagen, recordé que años atrás siendo una niña, alguien nos dijo: si os perdéis paseando por Sevilla, mirad al cielo que veréis la Giralda e id caminando hasta ella que allí os recogeremos.
Que ciertas eran esas palabras, mires donde mires,
ALLI ESTA.
Titi, muy chulas tus fotos, y sobre todo esta, viva sevilla...jeje y viva la giralda...
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